lunes, 26 de diciembre de 2011

PROCEDIMIENTO PREVENTIVO INTEGRAL DE LA VIOLENCIA LABORAL

PROCESO DE APLICACIÓN DEL PROCEDIMIENTO

Las situaciones de violencia laboral son procesos graduales que van gestándose a lo largo del tiempo, al amparo de unas malas condiciones de trabajo y de una deficiente organización del mismo. A la hora de articular el procedimiento preventivo se ha de considerar este elemento temporal. De esta forma, en el planteamiento se ha de contemplar desde la prevención activa, en ausencia de situaciones de violencia en el lugar de trabajo, hasta la toma de decisiones sancionadoras, cuando se haya investigado y probado la existencia de situaciones de violencia, y el aprendizaje organizacional y preventivo derivado de ese proceso.

El procedimiento debería atender, al menos a cinco momentos básicos. En cada uno de estos momentos se trabaja una parte del problema y su solución. Esto supone establecer objetivos específicos de cada momento; proponer respuestas determinadas y definir tareas y recursos concretos

Estos momentos básicos son:

Momento 1, de negociación y acuerdo.
Momento 2, de prevención proactiva.
Momento 3, de detección temprana de situaciones de  riesgo de violencia.
Momento 4, de gestión y resolución interna del  conflicto.
Momento 5, de respuestas de solución.


Momento 1. Negociación y acuerdo

Entre las tareas fundamentales de esta fase está:

  • La firma de una declaración de principios por parte de la empresa y de todos los trabajadores que presten servicios en el centro de trabajo, incluidos los que pertenezcan a una subcontrata.
  • El compromiso explícito de todos, empresario y trabajadores, de adoptar el procedimiento como guía para la prevención de riesgos psicosociales y, específicamente, de la prevención de la violencia en el trabajo.
  • El compromiso explícito, también de todos, de incluir el momento 4 y 5 como protocolo para la solución de los conflictos derivados de las situaciones de violencia en el ámbito de la empresa.


Momento 2. Prevención proactiva

Esto supone el desarrollo de dos tareas básicas:

Chequear la situación de la actividad preventiva actual de la empresa, a través del contraste de información que proviene de diferentes fuentes (como puede ser la documentación preventiva disponible, las impresiones y experiencias de los trabajadores, o las consideraciones y valoraciones de los agentes implicados en la actividad preventiva de la empresa).

Establecer el perfil de la empresa en este aspecto, lo que nos muestra sus fortalezas y debilidades para desarrollar la prevención de una forma proactiva, permitiendo establecer si su nivel es deficiente, mejorable o positivo, lo que nos guiará en el desarrollo de nuestra
actividad preventiva.

Este momento busca integrar la prevención de la violencia laboral en la empresa con el resto de la actividad preventiva. Para alcanzar el mencionado objetivo se propone obtener un Perfil de la Situación Preventiva de la empresa que contemple tres factores:


Momento 3. Detección temprana de situaciones de riesgo de violencia

La actuación efectiva por parte de cualquier empresa se inicia, sin lugar a dudas, en la detección temprana de esa degradación. Para alcanzar este objetivo, el procedimiento debe actuar sobre dos niveles:

La actividad preventiva de los riesgos específicos que originan situaciones de violencia laboral, atendiendo a actuaciones como la vigilancia de la salud específica sobre los riesgos psicosociales, la evolución en todos los puestos del riesgo a sufrir violencia, la información y formación de los trabajadores sobre este tipo de situaciones, entre otras.

El entorno y la organización de trabajo en relación con las situaciones de violencia laboral, considerando aspectos como la igualdad, el trato justo, el apoyo social y técnico, la estabilidad laboral, entre otros.

La actuación sobre estos dos niveles permite detectar las principales carencias que impiden actuar en las primeras fases del problema.

Momento 4. Gestión y resolución interna del conflicto

Momento para gestionarlas denuncias por posibles situaciones de violencia laboral que no hayan podido evitarse. Este momento toma protagonismo cuando se da un cuadro de violencia explícita, aunque sea leve.

Fase de Denuncia
Fase de Investigación
Fase de Resolución
Fase Post-Resolución

Momento 5. Respuestas de solución, seguimiento y control

La intención de este momento es dar cumplimiento al objeto último de cualquier procedimiento de prevención integral de la violencia laboral: mejorar las condiciones de trabajo, y la seguridad y salud de los trabajadores, en lo que a la violencia laboral hace referencia. Se trata de ayudar a trabajadores y empresarios a cumplir con eficacia y eficiencia sus funciones preventivas. Y que se mejore, de esta manera, la calidad de vida laboral de la empresa y, por ende, su productividad. Este sistema de retroalimentación propicia que se introduzcan las mejoras oportunas y se apliquen las medidas disciplinarias correspondientes en caso de confirmarse un cuadro grave de violencia o una falsa denuncia.

Este momento es interactivo con el resto de momentos del procedimiento. Si bien se sitúa al final, es accesible desde cada momento previo, en la medida en que se van detectando deficiencias y se establecen las alternativas de solución a las mismas. Así, se pueden tomar medidas en diferentes ámbitos de la empresa que emanan de cada uno de los momentos que componen el procedimiento.


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