MEDIDAS PREVENTIVAS
ESPECIFICAS
1-CONSIDERACIONES INICIALES
SOBRE LOS ASPECTOS AMBIENTALES
El medio ambiente es el
vínculo que relaciona al huésped con el parásito y es determinante muchas veces
para que exista o no parasitosis. Tres factores son fundamentales: las
condiciones geográficas y clima, el suelo y el agua, que unidos al factor
educativo, que orienta las actitudes higiénicas personales, determinan la
magnitud del riesgo de contraer parasitosis.
Tratamiento del agua: El agua
captada debe ser entregada al consumo en condiciones de potabilidad, es decir
que el agua cruda o natural se someterá a una serie de procesos para
encuadrarla dentro de las normas de potabilidad. Este conjunto de
procedimientos será distinto según la calidad del agua natural captada. Se debe
asegurar a la población la calidad microbiológica del agua y bajo este aspecto
son en general las aguas de origen superficial las que exigen una mayor gama de
tratamientos. Una vez potabilizada el agua, debe asegurarse el
aprovisionamiento normal, en cantidad, calidad y continuidad a la población
para la cual es destinada a través de una adecuada red de almacenamiento y
distribución.
3-SANEAMIENTO DE LAS EXCRETAS
La inadecuada disposición
final de los líquidos cloacales trae aparejado grandes problemas de higiene
pública. La existencia de enfermedades parasitarias, muchas veces se debe a la
contaminación de las fuentes de agua.
Los planes de saneamiento tendientes
a mejorar las condiciones higiénicas deben involucrar letrinas sanitarias,
adecuados baños y redes colectoras. Son formas comunes de contaminación del
agua de bebida una letrina mal construida, pozos negros próximos a las fuentes
de abastecimiento de agua o la falta de redes cloacales.
4- SANEAMIENTO DE LOS RESIDUOS
SÓLIDOS DOMESTICOS
Toda comunidad genera una
cantidad de materiales que necesita deshacerse y que comúnmente se las conoce
como "basura". Estos residuos son de diverso origen y se encuentran
en estado sólido, líquido y gaseoso. Nos referiremos aquí solamente a los
residuos sólidos y semisólidos.
Concepto básico:
Basura: Son todos los residuos
sólidos y semisólidos putrescibles y no putrescibles, exceptuando las excretas
humanas. Se incluyen desperdicios, desechos, cenizas, basura del barrido de
calles, de algunas instituciones como mercados y ferias, algunas basuras
provenientes de establecimientos de salud, etc.
Las basuras en sí mismas
raramente son portadoras de microorganismos patógenos pero actúan como un
verdadero caldo de cultivo donde éstos pueden mantenerse y reproducirse, y posteriormente
pueden ser vehiculizados por las moscas, mosquitos, cucarachas, ratas, animales
domésticos, y otras alimañas que pululan en gran cantidad en los lugares donde
se amontona la basura.
5- MANIPULACION DE ALIMENTOS
La OMS estima que las
enfermedades causadas por alimentos contaminados constituyen uno de los
problemas sanitarios más difundidos. Recomienda proteger a la familia mediante
las sencillas reglas que siguen a continuación:
- Elegir alimentos tratados
con fines higiénicos: Mientras que muchos alimentos están mejor en estado
natural (por ejemplo, las frutas y las hortalizas), otros sólo son seguros
cuando están tratados. Así, conviene siempre adquirir la leche
pasteurizada en vez de cruda y, si es posible, comprar pollos (frescos o
congelados) que hayan sido tratados con irradiación ionizante. Algunos de
los que se comen crudos, como las lechugas, deben lavarse cuidadosamente.
- Cocinar bien los
alimentos: Muchos alimentos crudos (en particular, los pollos, la carne y
la leche no pasteurizada) están a menudo contaminados por agentes
patógenos. Estos pueden eliminarse si se cocina bien el alimento. No hay
que olvidar que la temperatura aplicada debe llegar al menos a 70°C en
toda la masa de éste.
- Guardar cuidadosamente
los alimentos cocinados: Si se quiere tener en reserva alimentos
cocinados, o simplemente, guardar las sobras, hay que preveer su
almacenamiento en condiciones de calor (cerca de los 60°C) o de frío
(cerca o por debajo de los 10°C). Esta regla es vital si se pretende
guardar comidas durante más de cuatro o cinco horas.
- Recalentar bien los
alimentos cocinados: Esta regla es la medida de protección contra los
microbios que pueden haber proliferado durante el almacenamiento. Un buen
recalentamiento implica que todas las partes del alimento alcancen al
menos una temperatura de 70°C.
- Evitar el contacto entre
los alimentos crudos y los cocinados: Un alimento bien cocinado puede contaminarse
si tiene el más mínimo contacto con alimentos crudos. Esta contaminación
cruzada puede ser directa, como sucede cuando la carne cruda de pollo
entra en contacto con alimentos cocinados. Pero también puede ser más
sutil.
- Lavarse las manos a
menudo: Hay que lavarse bien las manos antes de empezar a preparar los
alimentos y después de cualquier interrupción (en particular, si se hace
para cambiar a un niño de pañales o para ir al retrete).
- Mantener los alimentos
fuera del alcance de insectos, roedores y otros animales: Los animales
suelen transportar microorganismos patógenos que originan enfermedades
alimentarias. La mejor medida de protección es guardar los alimentos en
recipientes bien cerrados.
- Utilizar agua pura: Si el
suministro hídrico no inspira confianza, conviene hervir el agua antes de
añadirla a los alimentos o transformarla en hielo para refrescar las
bebidas. Tener cuidado con el agua utilizada para preparar la comida de
los lactantes.
6- REUSO DE AGUAS RESIDUALES
DE ORIGEN CLOACAL PARA RIEGO EN AGRICULTURA
La OMS establece que sólo se
deben utilizar aguas residuales de origen cloacal tratadas para el riego de
cultivos. Se establecen 3 categorías en cuanto al riego de cultivos:
Categoría A:
Riego de cultivos que se
consumen crudos, campos de deportes y parques públicos. Es decir, las áreas de
reuso de mayor riesgo donde el grupo humano expuesto son los trabajadores de
estas áreas y los consumidores de los productos regados. Para esta categoría se
establece: menor o igual a 1 huevo de helmintos y menor o igual a 1000
coliformes fecales cada 100ml.
Categoría B:
Riego de cereales industriales
y forrajeros, praderas y árboles. En el caso de árboles frutales el riego debe
cesar 2 semanas antes de cosechar la fruta y ésta no se debe recoger del suelo.
El grupo expuesto son los trabajadores. Para helmintos, igual que en la
categoría A, y en cuanto a la calidad bacteriológica, en este caso en que los
agricultores son el único grupo expuesto, no se necesita recomendar directriz
ya que son pocas las pruebas que los trabajadores estén expuestos al riesgo de
infección por bacterias.
Categoría C:
Es el riesgo localizado de
cultivos de la categoría anterior, cuando ni los trabajadores, ni el público
están expuestos, por ejemplo los forestales.
En cuanto a las formas de
tratamiento que propone la OMS, para permitir lograr la calidad microbiológica
indicada, estas directrices ponderan las lagunas de estabilización como
eficaces y simples removedores de huevos de parásitos por sedimentación mecánica
debido a los largos períodos de retención hidráulica y por su probada
eficiencia en lo que respecta al abatimiento bacteriológico.
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