Las empresas dependen cada vez más de otras sociedades, lo que les hace ser más vulnerables de sufrir los efectos originados por accidentes u otros problemas laborales que afectan a la cadena de suministro. Se entiende como cadena de suministro, el sistema de organizaciones, personas, tecnología, actividades, información y recursos que acompaña a un producto o servicio desde el proveedor hasta el cliente final. Esta cadena permite la transformación de recursos naturales, materias primas y componentes en un producto final.
Una
buena evaluación de riesgos en la cadena de abastecimiento implica la
colaboración de todos los participantes de dicha cadena sin excepción a la hora
de aplicar técnicas de gestión de riesgos y de esta manera poder hacer frente a
los riesgos e incertidumbres causados por, logísticas, actividades o recursos. Desgraciadamente,
mientras los riesgos pueden generalmente calcularse mediante la utilización de
mediciones relacionadas con las probabilidades y la exposición, las
incertidumbres continúan siendo realmente desconocidas. Por lo tanto, mientras que
la gestión de riesgos se convierte en una posibilidad, la gestión de
incertidumbres resulta mucho más complicada.
Para
la identificación y análisis de riesgos se emplean técnicas como los mapas de
riesgos, utilizando análisis de árbol de causas y árbol de sucesos. Mientras el
árbol de causas examina todas las causas potenciales que puedan conducir a un
suceso no deseable, los árboles de sucesos se centran en los sucesos que
podrían derivarse si estos sucesos críticos no deseables ocurrieran. Una vez
que los riesgos han sido identificados, la toma de decisiones tiene un papel fundamental
para saber si cabe aceptar estos riesgos o si se deben implantar acciones correctoras
que reduzcan sus consecuencias o probabilidades. Estas acciones implican:
evitarlos, reducirlos, transferirlos o compartirlos. Los
riesgos más graves deberán transferirse a especialistas y los riesgos
financieros a aseguradoras.
Para
muchas organizaciones, la gestión de contratistas es la que crea el mayor problema
en relación a la seguridad y la salud respecto de la cadena de suministros. A
continuación se listan una serie recomendaciones para la elaboración de planes
de control a contratistas:
PUNTOS
A DESTACAR EN LA GESTIÓN DE CONTRATISTAS:
•
Planificación: Definir el trabajo que se va a desempeñar, identificar los peligros,
evaluar los riesgos, eliminar y reducir los riesgos, especificar las
condiciones de seguridad y salud que vamos a encontrar y discutir todo ello con
sus contratistas.
•
Selección: Cuando se selecciona una contratista se necesita revisar las
competencias técnicas y de seguridad a través de un proceso basado en la
formulación de preguntas y recopilación de pruebas. Estas son unos ejemplos de
las preguntas que deben plantearse:
1.
¿Están los empleados cubiertos con seguros adecuados y actualizados?
2.
¿Disponen de una póliza de seguros efectiva?
3.
¿Disponen de procedimientos de evaluación de riesgos?
4.
¿Se tiene en cuenta su experiencia en el trabajo y pueden proporcionar referencias
relevantes, evaluación de riesgos y métodos de instrucciones?
5.
¿Pueden proporcionar evaluaciones de riesgos y métodos de instrucciones de su
trabajo actual?
6.
¿Guardan los registros de la formación?
7.
¿Pueden demostrar que las personas que desempeñan el trabajo son competentes?
8.
¿Quién proporcionará la supervisión y cuáles son los compromisos de cobertura?
9.
¿Cómo van a controlar la seguridad y la salud in situ y grabar e informar sobre
los accidentes y los casos de enfermedad?
10.
¿Han notificado algún accidente o parte de enfermedad o se han tomado acciones
para hacer cumplir las normativas existentes?
•
Las contratistas deben ser controladas in situ mientras se trabaja mediante la
introducción de firmas de entrada y de salida, identificando un lugar de
contacto, y mediante el reforzamiento de información en materia de seguridad y
salud, y de las normas del lugar de trabajo.
•
El seguimiento debe enfocarse dentro del marco de si el trabajo está desarrollándose
según lo previsto o no y si la contratista está trabajando de forma segura.
•
Finalmente se deberá hacer una revisión que incluya cómo ha desarrollado la
contrata su trabajo y cómo se ha desarrollado el sistema organizativo en lo referente
a la gestión de la contratación.
Un
aspecto clave en la gestión de contratistas es el contrato. Deberían evitarse
términos imprecisos, como “la contratista trabajará de forma segura”, ya que pueden
conducir a desacuerdos y malas interpretaciones. Si la contratista cumple con
toda la legislación pertinente, códigos de práctica, material de apoyo y
orientación, le permitirá llevar a cabo seguimientos específicos. El
incumplimiento, por parte de la contratista, les llevará a un incumplimiento de
contrato y por lo tanto les hará responsables de cualquier gasto financiero
asociado con retrasos en los plazos.
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